Apariencia, Tamaño y Forma

Las orejas son parte integral del sistema de audición, que nos permite percibir los sonidos y poderlos transmitir al cerebro para su discreción.

Además de poseer esta función esencial, son consideradas como un rasgo de belleza que con sus altos y bajos relieves nos definen una construcción arquitectónica perfecta.

Se encuentran situadas a los lados de la cabeza y con una inclinación de 30 grados. Se relacionan anatómicamente con las cejas en su polo superior y con la base de la nariz en su polo inferior, correspondiéndoles el tercio medio de la cara.

Embriológicamente las orejas se encuentran formadas desde la octava semana de gestación, a partir de ahí solo crecen en proporción.

A los 4 años de edad alcanzan el 80 % del estado adulto culminando a los 8 años su desarrollo.

Durante este periodo pueden estar sujetas a defectos congénitos que alteran alguna de sus estructuras como son: Orejas de "dumbo" (antihelix), copa (tercio superior de la oreja), sátiro (tubérculo), voladora (concha) y lóbulo grande, o bien en su tamaño (microtia).

La reconstrucción de los defectos congénitos se inicia a partir de los 4 años debido al grado de madurez alcanzado y previo al ingreso de la escuela.

Dirigiendo el tratamiento a la parte afectada, en lesiones traumáticas este va a depender de la zona dañada, extensión o perdida total.

Generalmente se utiliza la piel adyacente y algunas veces injerto o cartílago de ser necesario.

En la ausencia total de la oreja se pueden emplear implantes de silastic, los cuales simulan una oreja real. En la actualidad la versatilidad en la elección quirúrgica ha hecho posibles resultados estéticos satisfactorios.